El índice de precios al consumidor (IPC) cerró el mes de junio en 6,8%, según las estimaciones de la Fundación Libertad y Progreso. Este resultado marcaría, por segundo mes consecutivo, una desaceleración en la inflación.
Asimismo, el índice inflacionario mensual en alimentos y bebidas se desaceleró a 5,6%, según mediciones de la consultora LCG. Esta medición toma especial relevancia porque es la de mayor peso dentro de la conformación del IPC. Más de un cuarto del índice es alimentos y bebidas.
Así, el Gobierno se entusiasma con que efectivamente el porcentaje de inflación -último antes de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO)-, comience con 6 y mostrar una luz de esperanza en materia inflacionaria. El Indec lo dará a conocer el próximo 13 de julio.
No obstante, de acuerdo al índice que releva Libertad y Progreso, la inflación acumulada en los primeros seis meses del año es de 51,9% (vs 36,2% acumulado durante mismo período del 2022). Por su parte, la variación interanual asciende a 117,3%, acelerándose con respecto a la variación interanual del mes anterior (114,3%).
Luego de que el Indec registre cinco meses consecutivos de aceleración, los últimos dos meses muestran una moderación en la suba mensual del IPC. A pesar de lo anterior, esto no necesariamente significa una desaceleración en la inflación. En el segundo trimestre del año la estacionalidad de precios juega a favor, por lo que el IPC suele registrar variaciones mensuales menores a la de marzo, explicaron.
Por lo cual, que el índice de precios de junio sea menor al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente. El aspecto más sobresaliente y que sorprendió al mercado fue el dato de inflación de abril (8,4%) que hasta ahora es el récord de los últimos 21 años, subrayaron los técnicos.
En junio sobresalieron las fuertes aceleraciones en los servicios: “Medicina” (10,1%) y “Transporte” (7,2%). Ambos con incidencias de 0,9 puntos porcentuales.
Lautaro Moschet, Economista de la Fundación Libertad y Progreso sostuvo que “a pesar de que sea una buena sensación de que la inflación mensual muestre una variación inferior a la del mes anterior, debe tenerse en cuenta que anualizando la inflación de 6,8%, tendríamos 120% de inflación en 12 meses. Es decir, que la tendencia sigue siendo creciente incluso en un caso optimista. Además, en julio comenzaremos a ver una reversión de la tendencia no solo por el factor estacional, sino que también debido a la creciente incertidumbre que genera la cercanía con las elecciones y su repercusión en la demanda de dinero”.
Para el mes entrante esperamos que el índice muestre una nueva aceleración, no solo por la propia estacionalidad del mes, sino también por un nuevo ajuste en los precios regulados que tendrá incorporado el aumento del transporte público, combustibles, prepagas, educación, entre otros.
Alimentos y Bebidas
El informe de Libertad y Progreso destaca que el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” quedó por debajo del índice general, aumentando 6,2% y sigue una tendencia a la baja. En tanto, LCG registró que en la cuarta semana de junio el Relevamiento de Alimentos y Bebidas marcó un incremento de 0,1% semanal, desacelerando fuerte contra el 2,6% de la semana previa.
De esta manera la inflación promedio mensual también se desaceleró a 5,6% y acumula una baja de 3,3 p.p. respecto al pico registrado a principios de mayo.
Durante junio seis de las diez categorías que miden quedaron por encima del promedio, pero se destaca que carnes, frutas y verduras, tres de los rubros que más inciden, fueron de los cuatro que quedaron por debajo del promedio frenando la inercia inflacionaria.
En tanto esta semana el porcentaje de productos con remarcaciones volvió a los niveles de semanas previas: 20%. Sumando este último dato el promedio mensual es de 28% actualmente, lo que significa que el total de la canasta ajustó cada 3,6 semanas en promedio, especificaron desde la consultora.